Signo y materia del pensamiento
Esta sección de la muestra, al cuidado del crítico Guido Curto, presenta cuatro artistas 
italianos , conocidos en todo el mundo, muy distintos entre ellos por sus técnicas y 
lenguajes expresivos. 
Cuatro artistas que todavía tienen algo de comun. No solamente por 
el hecho de vivir y trabajar en Turín, sino sobre todo por su voluntad y capacidad de 
pertenecer a la vanguardia, ser innovadores y hasta culturalmente revolucionarios, 
pero sin olvidar el pasado y la história del arte.
Marco Gastini (Turín, 1938) 
nos dice ser esclusivamente pintor y práctica un género post-informal, connotado 
siempre por el uso de una materia pictórica que sale del lienzo, casi como si fuera un 
muy bajo bajorelieve. 
En otros casos, Marco Gastini hace brotar del fondo, pintado casi monócromo de blu cobalto 
o blanco, finísimas varillas de herrumbroso hierro, de las que sirven para armar el hormigón. 
Y estas largas astas metálicas, plegadas y dobladas por el artista se hacen signos pictóricos 
gestuales, que vibran y vuelan afuera del lienzo. 
En otros casos, Gastini cubre la superficie de sus gigantescos "cuadros", mediante planchas 
de pizarra o de vidrio, que pueden ser asimiladas a elementos pictoricos, sea por el color, 
sea por la forma movida y articulada. 
Así el grande telèro se vuelve en un bajorelieve, que casi llega a ser una escultura, 
conservando todavía su precisa especifidad pictórica.
Del escultor Luigi Mainolfi (Rotondi,1948), 
célebres son sus primeras obras realizadas moldeando y plasmando la arcila, y imprimiendo 
sobre la superficie de ese material todavía tierno y crudo unos cuantos signos minúsculos, 
que en el conjunto, después de ser cocidos, parecen arquitecturas de terracota rojiza, 
marcadas por centenares de ventanillas en miniatura. 
Estas obras llegan a evocar paisajes marinos y vistas de antiguas ciudades deserticas, 
cavadas en la roca como los Sassi di Matera o los Palacios del Yemen. 
El suyo es un proceso al revés de lo de Gastini, porque aquí la escultura de convierte 
en pintura. 
Mainolfi utiliza distintos materiales, del bronze a la madera, e con estos materiales construye 
instalaciones y esculturas a tutto tondo, de formas meta-naturalisticas. 
De hecho, en sus obras hay siempre una precisa iconografía - zoomorfa, fitomorfa o 
antropomorfa - y también con hibridaciones que llevan a formas neo-surreales. 
Puede tratarse de monstruosos animales mitológicos o de una grande esfera bruñida, 
erizada de largas vigas de madera que se convierte en un inquietante Sol Legno 
que abre sus rayos - tentaculos, en el aire.
En sus otros trabajos, Mainolfi representa hiperrealísticos bustos-retratos, plasmados con 
virtuosística habilidad fisionómica. Puestos el uno cerca del otro, estas caras se convierten 
en una ciudad : Torino que mira el mar.
En toda su búsqueda, Mainolfi se conecta con una imaginácion ancestral, inspirandose en la 
coroplástica mediterránea, de une época etrusca pero también prehistórica, es una escritura 
del futuro. 
Luigi Stoisa (Selvaggio-Torino, 1958) 
también puede ser considerado un postconceptual, porque en sus obras instaura costantemente 
una relación con el pasado y con la história del arte. 
El Narciso, por ejemplo, es un balde de metal herrumbroso lleno de bitume calentado y flúido, 
derramado en el suelo de manera que la pez negra se espande sobre el piso, y en su lento, 
viscoso avanzar se enfria, hasta cuajarse en una superficie vidriosa, parecida a un charco 
con los bordes sinuosos. 
Dentro de ese pequeño estanque, cerca de los bordes, Stoisa pintò la cara de Narciso, 
como virtuosístico y fiel d'apres del omónimo celeberrimo cuadro de Caravaggio. 
Stoisa ama citar el arte antigua y insertarla en un lenguaje de neo-vanguardia. 
Tiene la gran capacidad de usar objet trouvéè y materiales pobres, dando a ellos nuevo 
valor metafórico que tiene como leifmotiv el tiempo y el inesorable dilavamiento producido 
por su deslizar sobre la memoria visible de las cosas. 
La pez absorbe despacio el color del óleo, de modo que, con el acontecer del tiempo, 
del bello rostro de Narciso, nos queda que una velada, e impercetible sombra empañada. 
En Castelló también presenta los Teatrinos, la obra más reciente, hecha por siluetas de metal 
o de cerámico que representan perfiles de personas, asomadas a una ventana, y luego 
instaladas sobre pared como sombras o trompe l'oeil.
Protagonista de la primera obra de Arte Pobre, también 
Gilberto Zorio (Andorno Micca, Biella 1944) 
ama trabajar con materiales industriales y de ricuperación. 
Con ellos realiza instalaciones que conceptualmente expresan la relación existente 
entre la Materia y el Pensamiento. 
De hecho Zorio tiene un interés particular para las modificaciones físico-químicas que se 
forman en el contacto simbiótico entre metales y ácidos, y que determinan un autónomo, 
automático modificarse de la obra de arte, sin la interversión del artista. 
El pasar del tiempo queda así marcado por el sublimarse de la materia que constituye la 
obra de arte, in un work in progress, que es signo del parmenideo devenir de nuestro mundo 
físico y humano. 
Para acentuar esta idea de movimiento, en muchas de sus instalaciones, 
Zorio inserta un motor eléctrico que imprime un movimiento rotatorio y vortiginoso a elementos 
como canoas quebradas, odres y estrellas de cinco picos hechas con unos cuantos venablos. 
En cada elemento hay una evidente simbología, atada a la idea de la velocidad, de la levedad 
y de la energía, puesta más en relieve por el efecto-maquina que hace silbar el odre que se 
hincha y deshincha, en una especie de performance teatral de grande sujestión.
Guido Curto (Turín 1955) es catedrático de História del Arte en la Accademia Albertina delle belle 
Arti de Turín. Como crítico de arte colabora a las páginas culturales del diario La Stampa de 
Turín y es correspondiente del periódico de arte contemporánea Fash Art, editada en Milán por 
Giancarlo Politi. Además, como periodista italiano es miembro de AICA (Associazione Internazionale 
dei Critici d'Arte).
Piemonte Internazionale
En Plein Air
testo Turin Capital de Italia de Arte Contemporanea Guido Curto
testo Tiziana Conti
esposizioni dal '94